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El problema
Hace solo unos años, construir una imagen completa de la actividad pesquera mundial era imposible. En su mayoría, vastas áreas del océano no se observaban; incluso hoy en día, permanecen en gran parte sin cartografiar. Sin poder ver lo que está ocurriendo al otro lado del océano, ha habido poca capacidad para manejarlo. Esto ha permitido que se produzca una pesca destructiva a una escala sin precedentes, amenazando la salud del océano y la sostenibilidad de sus extensos recursos.
Pero hace unos años, vislumbramos una posible solución. Para evitar colisiones en el mar, las leyes internacionales exigen que las embarcaciones grandes transmitan sus posiciones a través de algo llamado sistemas de identificación automática o AIS. Estas señales de transmisión hacen que los barcos sean visibles para otros mientras atraviesan aguas abiertas. Este sistema de seguimiento se convirtió en la base de nuestro trabajo al utilizar el aprendizaje automático para analizar públicamente los datos AIS para identificar la actividad pesquera y comprender mejor los movimientos de los buques.
Nuestro trabajo
Procesamos 22.000 millones de mensajes AIS y los usamos para rastrear los movimientos de unas 70.000 embarcaciones de pesca industrial entre 2012 y 2016. Trabajando con investigadores líderes empleamos estos datos para construir la primera evaluación global de la actividad pesquera comercial, que se publicó en Science en 2018.
Al revelar el verdadero alcance de la pesca industrial, una actividad que ocurre en el 55 por ciento del océano y cubre un área cuatro veces mayor que todas las tierras agrícolas, el estudio atrajo la atención de los medios de todo el mundo y provocó un debate sobre cómo mejorar la forma en que la pesca es a la vez supervisado y gestionado. Esto desató una ola de nuevas investigaciones para comprender mejor la cuantificación y el impacto de la actividad pesquera; el estudio ha sido citado en cientos de artículos y los datos de fuente abierta que publicamos con él se han descargado más de 6.000 veces.
Desde la publicación, hemos agregado nuevos datos y nuevas clasificaciones a nuestro modelo, lo que nos permite ver más detalles en el comportamiento de los buques. En 2021, publicamos un conjunto de datos actualizado que abarca casi una década de actividad de las embarcaciones pesqueras entre 2012 y 2019. Y no nos detendremos allí. Continuaremos perfeccionando nuestro modelo para generar información nueva y confiable que nos permita comprender mejor el verdadero alcance de la pesca en todo el mundo.
“Creo que la mayoría de la gente se sorprenderá de que, hasta ahora, no sabíamos realmente dónde se pescaba en vastas partes del océano. Este nuevo conjunto de datos será fundamental para diseñar una mejor gestión de los océanos del mundo que sea buena para los peces, los ecosistemas y los pescadores”.
