Por qué la transparencia debe liderar el camino en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos
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Con solo cinco años para cumplir con metas globales críticas, el llamado a proteger los ecosistemas marinos del mundo nunca ha sido más urgente.
El plazo de 2030 para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas se acerca rápidamente. Gobiernos de todo el mundo se han comprometido a cumplir un conjunto de metas destinadas a abordar desafíos globales —desde la pobreza y la salud hasta la educación y el medio ambiente—. Sin embargo, a medida que se acerca la fecha límite, el ODS 14: Vida Submarina —que busca conservar y utilizar sosteniblemente los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible— sigue siendo uno de los objetivos menos financiados y con menor progreso. Al mismo tiempo, se necesita una acción acelerada para cumplir con el objetivo 30×30, un compromiso global adoptado por 196 países para proteger el 30 por ciento del planeta —tierra y océano— para 2030, como parte del Marco Mundial de la Biodiversidad de Kunming-Montreal.
La tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos (UNOC3), que comienza el 9 de junio en Niza, Francia, representa una oportunidad crítica para retomar el rumbo. El tema de este año: “Acelerar la acción y movilizar a todos los actores para conservar y utilizar sosteniblemente el océano”, subraya la creciente urgencia de pasar del compromiso a la acción colectiva significativa para proteger nuestro océano compartido. Con miles de millones de personas dependiendo del océano para su alimentación y medios de vida, la inacción y los retrasos tendrían consecuencias devastadoras.
Pero para actuar de manera efectiva, necesitamos información creíble y una imagen clara de lo que sucede en el mar. Después de todo, no se puede gestionar lo que no se puede ver. Y durante demasiado tiempo, gran parte de lo que ocurre sobre y bajo el agua ha permanecido oculto.
La buena noticia es que esto está empezando a cambiar. Cada día, Global Fishing Watch ayuda a revelar la actividad humana en el océano. Mediante el uso de datos abiertos y tecnología, estamos rastreando cerca de 100.000 embarcaciones pesqueras industriales en tiempo casi real a través de nuestro mapa público y de código abierto. Nuestras herramientas ya están ayudando a combatir la pesca ilegal, proteger el océano y fortalecer la gestión sostenible de los recursos marinos.
Por qué la UNOC3 debe ser un punto de inflexión
A pesar de la magnitud de la actividad humana en el mar, gran parte sigue ocurriendo fuera de vista. La mayoría de las embarcaciones no son rastreadas. La propiedad permanece opaca. Esta falta de transparencia hace que sea casi imposible responsabilizar a los actores que actúan de forma indebida, ni garantizar que las pesquerías bien gestionadas reciban el reconocimiento y apoyo que merecen.
La transparencia no es solo algo deseable, es la base de una gobernanza oceánica eficaz. Sin ella, avanzamos a ciegas frente a una crisis oceánica acelerada.
A medida que jefes de Estado, responsables políticos, científicos, filántropos, jóvenes líderes y representantes de la sociedad civil se reúnan en Niza, ha llegado el momento de pasar decisivamente de la ambición a la acción. Por eso, Global Fishing Watch hace un llamado a los gobiernos para que aceleren la transparencia en la gestión pesquera en dos áreas clave.
Primero, estamos pidiendo un acuerdo vinculante sobre el rastreo de embarcaciones —uno que exija que las flotas industriales sean rastreadas públicamente. Y segundo, abogamos por que se identifique y publique al beneficiario final de las embarcaciones pesqueras industriales. Estas dos iniciativas no sólo mostrarían dónde y quién está pescando, sino que también dejarían claro quién se beneficia, añadiendo una capa crucial de rendición de cuentas al hacer visible la actividad pesquera.
La Declaración de Niza, titulada «Nuestro océano, nuestro futuro: acelerar la acción», será publicada al final de la UNOC3 (borrador cero). Aunque no es jurídicamente vinculante, ofrece una rara oportunidad para incluir la transparencia como principio central de la gobernanza oceánica.
Acordar una acción colectiva
Sabemos que nuestras herramientas de transparencia pueden apoyar acciones para alcanzar los objetivos oceánicos globales. A medida que los líderes se comprometen a crear más áreas protegidas como parte de sus metas 30×30, deben asegurarse de que estas zonas estén estratégicamente ubicadas, debidamente designadas, bien gestionadas y eficazmente monitoreadas, con sanciones estrictas para quienes realicen actividades ilícitas en sus límites. Nuestro portal Marine Manager, cofundado por la defensora del océano Dona Bertarelli, está ayudando a los gobiernos a identificar las ubicaciones más adecuadas para proteger los ecosistemas. Y estamos apoyando a las autoridades marinas para monitorear áreas protegidas incluso en las zonas más remotas del océano, como las Islas Galápagos y el Parque Nacional Isla del Coco en Costa Rica.
La tecnología satelital y los datos abiertos también son fundamentales para proteger las aguas internacionales. Las aguas internacionales cubren casi la mitad del planeta, pero solo el 1,5 por ciento de ellas está efectivamente protegidas. El nuevo Tratado de Alta Mar, que promovemos a través de nuestro trabajo con la High Seas Alliance, puede cambiar esto. Se necesita la ratificación por parte de 60 países para que el tratado entre en vigor, y la UNOC3 es un momento clave para impulsar ese avance.
Alcanzar el ODS 14 y el objetivo 30×30 puede parecer abrumador, pero aún es posible. Nuestros testimonios reales e historias de éxito demuestran cómo los datos transparentes y la tecnología pueden utilizarse para combatir la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada, restaurar la biodiversidad marina y respaldar los medios de vida de los pescadores artesanales.
La UNOC3 es una oportunidad imperdible para colocar la transparencia en el centro de una gobernanza oceánica efectiva y promover una acción colectiva audaz que asegure el futuro de nuestros océanos.
Experto relacionado

Directora de Estrategia y Asuntos Externos
¿Qué es 30x30?
El objetivo 30×30 es una meta global de conservación que busca asegurar que, para el año 2030, al menos el 30 por ciento de las áreas terrestres, aguas continentales, marinas y costeras estén efectivamente conservadas y gestionadas. Esto incluye zonas importantes para la biodiversidad y los servicios ecosistémicos, mediante áreas protegidas ecológicamente representativas, bien conectadas y gobernadas de manera equitativa, así como otras medidas de conservación basadas en áreas. Forma parte del Marco Mundial de la Biodiversidad de Kunming-Montreal, adoptado en diciembre de 2022 por más de 190 países como un esfuerzo unificado para abordar la pérdida de biodiversidad y proteger los ecosistemas que sustentan la vida en la Tierra.