Papúa Nueva Guinea aprovecha los datos de Global Fishing Watch en su lucha contra la pesca ilegal

En sus esfuerzos por fortalecer la aplicación de la ley, las autoridades de la nación insular del Pacífico recurren a la tecnología Vessel Viewer

El problema

La pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR) es una de las amenazas más perniciosas para lograr un futuro sostenible en los océanos. Un estudio de 2009 estima, de manera conservadora, que cada año se capturan de manera ilegal hasta 26 millones de toneladas de pescado, lo que representa 1 de cada 5 pescados vendidos en el mercado. Y en la región de las islas del Pacífico, esa cifra asciende a $333 millones al año solo en atún de pesca INDNR

La pesca ilegal daña las poblaciones de peces, socava a los pescadores legales y amenaza a las comunidades costeras que dependen de esta actividad para su sustento e ingresos. También plantea un desafío crítico para las autoridades encargadas de patrullar las aguas, ya que los métodos tradicionales de control son costosos y en gran medida ineficientes.

Para países como Papúa Nueva Guinea, donde la industria pesquera desempeña un papel crucial para impulsar la economía del país y garantizar la seguridad alimentaria, la pesca INDNR no es solo un inconveniente, sino una amenaza existencial. Con una costa que se extiende a lo largo de 16.093 kilómetros, las aguas de Papúa Nueva Guinea cubren más de 3,9 millones de kilómetros cuadrados (poco más de la mitad del tamaño de Australia) y albergan algunas de las pesquerías de atún más productivas del mundo. Se estima que el valor de mercado total de las capturas de Papúa Nueva Guinea asciende a US $113 millones al año, y gran parte de los valores de la pesca artesanal son difíciles de obtener, lo que hace que las medidas de gestión sean clave para proteger los rendimientos económicos.

El monitoreo y la gestión sostenible de la pesca en esta vasta zona son esenciales para que los recursos marinos del país puedan seguir abasteciendo a la población en el futuro.

Nuestro trabajo

A finales de diciembre de 2023, el buque de bandera indonesia FV MITRA JAYA MANDIRI 6 realizó dos viajes a una zona de alta mar delimitada por las zonas económicas exclusivas (ZEE) de Indonesia, los Estados Federados de Micronesia y la República de Palau, y pasó aproximadamente 82 horas participando en una posible actividad pesquera ilegal.

Durante otro viaje realizado en marzo de 2024, el buque volvió a participar en actividades pesqueras sospechosas y apareció dentro de la ZEE de Papúa Nueva Guinea. Posteriormente, una patrulla de la Agencia de Pesca del Foro de las Islas del Pacífico (FFA) detectó la embarcación, la detuvo y escoltó hasta el puerto de Madang de Papúa Nueva Guinea para realizar más investigaciones.

Con el FV MITRA JAYA MANDIRI 6 bajo custodia, la Autoridad Nacional de Pesca de Papúa Nueva Guinea inició una investigación sobre la actividad del barco e interrogó a su tripulación. Además, las autoridades utilizaron el Vessel Viewer de Global Fishing Watch y sus algoritmos de pesca únicos para interpretar las actividades del FV MITRA JAYA MANDIRI 6 durante sus dos viajes y comprender mejor el comportamiento del buque. Las autoridades también pudieron identificar 22 posibles eventos de desactivación del AIS ocurridos durante febrero y marzo del mismo año; el intervalo más largo duró 42 horas y representó 63 kilómetros.

Finalmente, las autoridades de Papúa Nueva Guinea lograron determinar, con datos e información proporcionada por los analistas de Global Fishing Watch, que el FV MITRA JAYA MANDIRI 6 había violado efectivamente la Ley de Gestión Pesquera del país de 1998.

El FV MITRA JAYA MANDIRI 6 ha sido multado desde entonces por las autoridades de Papúa Nueva Guinea.

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