Nueva fusión de conjuntos de datos globales mejora la comprensión de la identidad y actividad de las embarcaciones

Investigación novedosa brinda una nueva herramienta para mejorar la supervisión pesquera mundial

La pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR) representa hasta 23.500 millones de dólares cada año y se facilita debido a que los barcos cambian de nombre, Estado de abanderamiento o propietario de forma recurrente. Una nueva investigación, dirigida por Global Fishing Watch y publicada en Science Advances, utiliza el procesamiento de macrodatos y una recopilación de conjuntos de datos globales para rastrear y analizar las embarcaciones con el fin de revelar sus identidades cambiantes y patrones en el cambio de pabellón.

Esta nueva investigación y el primer conjunto de datos públicos de su tipo, pueden complementar los esfuerzos internacionales existentes para abordar el alcance mundial de la posible pesca INDNR y permitir a las autoridades mejorar la supervisión y la aplicación de la ley. Hablamos con dos de los autores del estudio, Jaeyoon Park y Jenn Van Osdel.

P: ¿Qué tipo de datos analizaron en este estudio y de qué manera les dieron sentido?

Jaeyoon: En este estudio, combinamos dos conjuntos de datos (datos de registro de embarcaciones y datos de seguimiento de embarcaciones) y procesamos más de 100.000 millones de posiciones GPS con información de identificación consolidada para unas 200.000 embarcaciones. 

Para obtener datos de identificación, recopilamos, limpiamos y combinamos información de identidad de embarcaciones de más de 40 registros públicos. Estos incluyen los registros de las organizaciones regionales de gestión pesquera (OROP), los registros nacionales y las listas compiladas por investigadores. Cada una de esas listas ha sido mantenida desde principios de 2019 y se han combinado con datos históricos en los casos en que estaban disponibles. 

La base de datos resultante incluye las características de identidad la embarcación, como el nombre, el distintivo de llamada y el número de la Organización Marítima Internacional (OMI); los atributos físicos, como las dimensiones y el tonelaje del barco; el nombre y la nacionalidad del propietario del barco; y los detalles de autorización de pesca. Dado que muchas fuentes de datos no conservan datos históricos, esta base de datos servirá como archivo importante para la información de identidad de embarcaciones que seguirá desarrollándose. 

Para los datos de rastreo de embarcaciones, utilizamos información del sistema de identificación automática, o AIS, un transpondedor diseñado para garantizar la seguridad en el mar. Estos datos incluyen la mayoría de los barcos de pesca comercial y sus posiciones GPS, lo que nos permite utilizar la tecnología basada en el aprendizaje automático de Global Fishing Watch para identificar el momento y lugar dónde es probable que una embarcación se dedique a pescar y a visitar puertos. 

Luego utilizamos una técnica conocida como «coincidencia difusa» para vincular estas dos bases de datos. Esta tecnología de aprendizaje automático determina qué tan similares son dos palabras entre sí, lo que nos permite comparar la información de identidad (como nombres de barcos y distintivos de llamada) transmitida por AIS y lo que hemos recopilado de los registros. La vinculación de esta información impulsó el análisis del estudio. Nos permitió rastrear las embarcaciones a lo largo de su vida útil, reconstruir el historial de las embarcaciones para mapear los patrones de cambio de pabellón y revelar la pesca que podría no contar con autorización o, al menos, no autorizada públicamente.

 

P: El estudio revela que casi el 20 por ciento de la pesca en alta mar la llevan a cabo embarcaciones que no están reguladas internacionalmente o que no están autorizadas públicamente. ¿Cuál es su relevancia?

Jaeyoon: Nuestro análisis define la pesca no autorizada como cualquier pesca realizada dentro de una OROP por parte de una embarcación que no esté incluida en una lista pública de autorizaciones. Sin embargo, es importante tener en cuenta que esto solo significa que es potencialmente no autorizada, ya que los registros públicos pueden estar incompletos, desactualizados o simplemente no estar disponibles. 

Cuando la pesca se lleva a cabo en aguas internacionales, fuera de la jurisdicción de las OROP, la consideramos en nuestro análisis como no regulada internacionalmente. Si bien las embarcaciones que operan en alta mar pueden contar con la autorización de las autoridades nacionales pertinentes, se necesita contar con medidas de gestión estrictas y transparentes a nivel internacional para reducir el riesgo de que las actividades de pesca INDNR continúen sin ser detectadas. 

Jenn: En este contexto, nuestro análisis reveló que alrededor del 20 por ciento de la pesca en alta mar puede clasificarse como no regulada internacionalmente o no autorizada públicamente. Como nuestros resultados se basan en el análisis de los datos de rastreo del sistema AIS, que pueden estar sujetos a suplantación de identidad y manipulación, además de la ausencia de un mandato mundial que exija a todos los barcos pesqueros transmitir utilizando AIS, la cantidad real de este tipo de pesca en aguas internacionales puede variar. Las concentraciones de esta actividad parecen ser particularmente altas en el Océano Índico occidental y el Océano Atlántico sudoccidental, lo que corresponde a áreas en las que organizaciones no gubernamentales han recomendado mejores sistemas de gobernanza regional. Y si bien el AIS no es la herramienta idónea para informar sobre el cumplimiento legal de manera independiente, esperamos que nuestro análisis ayude a informar a las autoridades sobre el comportamiento de las embarcaciones como parte de un proceso más amplio de evaluación de riesgos que se utilice para monitorear las áreas de pesca INDNR y priorizar los recursos de vigilancia.

P: El estudio destaca las áreas del mundo donde los buques de propiedad extranjera están más activos. ¿Cuáles son las implicaciones de las operaciones de propiedad extranjera?

Jenn: Las embarcaciones de propiedad extranjera son aquellas que son propiedad de una persona o empresa en un país pero que operan bajo el pabellón de otro. Cuando se regula y monitorea adecuadamente, esta práctica no debe ser motivo de alarma. Sin embargo, en algunos casos, los propietarios de embarcaciones pueden registrar deliberadamente sus barcos en otro país con el que no tienen ningún vínculo para reducir la supervisión de sus operaciones. Esto puede sugerir un riesgo potencial de pesca INDNR. 

Si bien no es poco frecuente ni ilegal, la compleja naturaleza de la propiedad extranjera puede ocultar el destino de las capturas y los fondos, y dificultar la investigación adecuada de la pesca INDNR. Nuestro análisis reveló que la pesca por parte de embarcaciones de propiedad extranjera se concentra en ciertas regiones, en las que muchas veces se ha pedido una mejor supervisión y cumplimiento. Comprender estos puntos críticos permite a las autoridades centrar sus esfuerzos de evaluación y supervisión de riesgos. Para hacer las cosas más interesantes, un estudio de 2018 muestra que la regulación específica de las embarcaciones de propiedad extranjera puede permitir a los Estados del pabellón abordar la pesca INDNR de manera que se permita la recuperación de las poblaciones y al mismo tiempo limitar los impactos en la pesca nacional. Se necesita una mayor transparencia de la propiedad para entender quién se beneficia y quién es el responsable final de las actividades de pesca comercial. 

P: ¿De qué manera complementa esta investigación los registros o herramientas existentes? 

Jaeyoon: Nuestros análisis y datos tienen como objetivo complementar los registros públicos existentes, como el Registro mundial de buques de pesca, transporte refrigerado y suministro, comúnmente denominado Registro mundial, una iniciativa en curso de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). La FAO describe el Registro Mundial como un único punto de acceso a la información sobre las embarcaciones utilizadas para la pesca y las actividades relacionadas con esta. Su objetivo principal es combatir la pesca INDNR mediante la mejora de la transparencia y la trazabilidad. 

Apoyamos plenamente este objetivo. Si bien el Registro Mundial continúa desarrollándose y completándose con información sobre la identidad de las embarcaciones, nuestro conjunto de datos puede actuar como un importante recurso provisional. También servirá como un conjunto de datos complementario para el futuro que puede ser utilizado para validar y mejorar el conocimiento completo de las embarcaciones en el dominio público. 

La Organización Marítima Internacional también cuenta con un sistema de números de identificación para los barcos. Esta iniciativa fue introducida en 1987 para prevenir el fraude marítimo. Según este esquema, se asigna un número único de siete dígitos a un buque, que permanece con él hasta el desguace, independientemente de los cambios en el registro, el nombre, el país o la propiedad. Actualmente, no existe un mandato global para el uso de los números de la OMI. En cambio, debido a una serie de requisitos de los Estados de abanderamiento y ribereños, las OROP y los grupos industriales, solo un subconjunto de buques de pesca industrial han obtenido ese número. Nuestros datos llenan este vacío y proporcionan un identificador único temporal para una embarcación que no tiene un número IMO o no reúne los requisitos para obtenerlo. 

P: ¿Qué significa «cambiar el pabellón o bandera» de un buque y por qué es importante examinar los patrones que rodean esta práctica?

Jenn: El cambio de pabellón se produce cuando una embarcación está registrada en un Estado diferente al que tenía anteriormente y opera en él, por lo que cambia su bandera. Es importante que las autoridades puedan identificar y rastrear este tipo de cambios ya que operadores sin escrúpulos pueden utilizar el cambio de pabellón como táctica para evitar ser detectados cuando llevan a cabo actividades ilícitas, no declaradas y/o no reglamentadas. 

El cambio de pabellón abusivo, combinado con la falta de registros públicos exhaustivos, permite a estos operadores de embarcaciones cambiar simplemente de bandera y seguir trabajando mientras están siendo sancionados o investigados. Un cambio de pabellón también se puede utilizar para obtener beneficios financieros o fiscales. El cambio de las embarcaciones a un Estado de abanderamiento donde las regulaciones en temas de contaminación ambiental o protección laboral son laxas puede provocar problemas, lo que genera preocupación por la eficacia de dichas regulaciones en diferentes estados. Es posible que las autoridades pesqueras deban inspeccionar más minuciosamente a las embarcaciones que cambian su bandera repetidamente a Estados con capacidad limitada o con falta de voluntad política para cumplir con sus responsabilidades. 

Nuestro estudio encontró que el cambio de pabellón se produce en unos pocos puertos, principalmente por parte de flotas de propiedad mayormente extranjera, lo que proporciona información sobre los patrones geográficos y la dinámica de las prácticas de cambio de pabellón. 

P: ¿Qué espera que suceda como resultado de la disponibilidad actual de estos datos? 

Jaeyoon: Investigaciones como esta pueden ayudar a los Estados de abanderamiento a administrar mejor sus embarcaciones, tal como se describe en las Directrices voluntarias de la FAO para la Actuación del Estado de Abanderamiento. Nuestros datos pueden servir de complemento para el sistema estatal de monitoreo de embarcaciones, el cual podría estar recibiendo actualizaciones menos frecuentes sobre la posición de una embarcación, o podría no abarcar los barcos con bandera extranjera. 

Nuestros datos también son fundamentales para los estados portuarios. Según el Acuerdo de la FAO sobre las medidas del Estado Rector del Puerto, más de 70 Estados y la Unión Europea están obligados a recopilar y cotejar la información de las embarcaciones que solicitan ingresar al puerto, garantizando el cumplimiento de las medidas de conservación y gestión pertinentes. Nuestros datos también pueden dar retroalimentación para las iniciativas estatales con el fin de priorizar acciones como contactar el Estado del pabellón para obtener más información, inspeccionar una embarcación o denegar la entrada de un barco al puerto. 

La información pública puede ser limitada, fragmentada e incoherente, pero si la reunimos y verificamos sus fuentes podemos mejorar la calidad de los datos, cubrir las lagunas de datos existentes y ayudar a crear una referencia única para el historial de las embarcaciones. Prevemos que el fácil acceso a datos sólidos sobre la identidad de las embarcaciones ayudará a las autoridades a evaluar el riesgo de la pesca INDNR y también ayudará a la comunidad oceánica mundial a hacer que los Estados del pabellón rindan cuentas. De esta manera, la transparencia puede impulsar una mayor gobernanza de los océanos, un objetivo que Global Fishing Watch continúa dedicado a apoyar. 

Jaeyoon Park es un científico de datos sénior en Global Fishing Watch. Jenn Van Osdel es científica de datos en Global Fishing Watch. 

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