Siguiendo las luces: La pesca del calamar en el Océano Pacífico Sudoriental

La tecnología satelital ilumina buques extranjeros y nacionales en busca de una de las capturas más valiosas del Perú

Los barcos asiáticos calamareros están construidos con acero naval, suelen pesar entre 800-1000 toneladas brutas y están equipados con sistemas automatizados (jiggers) que utilizan hasta 150 lámparas incandescentes para atraer a los calamares a la superficie. Crédito: Simon Ager

Cerca de 400 embarcaciones industriales extranjeras que capturan calamar participaron en actividades de pesca el mes pasado en el límite de la zona económica exclusiva (ZEE) del Perú. ¿Cuál es su interés? La pesca del calamar gigante.

Esta pesquería de cefalópodos representa una de las más grandes del mundo y alberga al Dosidicus gigas, también conocido como calamar gigante. Estos depredadores voraces son una especie altamente migratoria con una rápida tasa de crecimiento y una vida corta. Su población produce algunas de las mayores capturas a nivel mundial, con una captura media anual en los últimos cinco años de 800,000 toneladas y un máximo de 1,16 millones de toneladas en 2014. Después de la anchoveta, es la segunda pesquería más importante del Perú

Desde el 2018, Global Fishing Watch (GFW) ha estado trabajando con las autoridades peruanas para fortalecer el monitoreo de embarcaciones y ayudar a combatir la pesca ilegal en esta valiosa pesquería.

Historia de dos flotas calamareras

El calamar dentro de la ZEE del Perú es capturado por una flota artesanal compuesta de aproximadamente 2.500 embarcaciones cuya actividad pesquera se extiende desde 4 a 18 grados de latitud norte, principalmente en aguas peruanas. En ocasiones, las embarcaciones artesanales peruanas viajan fuera de las 200 millas náuticas donde se encuentran con la flota calamarera industrial asiática, que comprende aproximadamente 400 embarcaciones con banderas de China, República de Corea y la entidad pesquera de Taiwán. 

Mientras que las embarcaciones artesanales peruanas se construyen de madera y utilizan líneas de pesca manuales con 2-3 luces para atraer calamares a la superficie, las embarcaciones industriales asiáticas están construidas de acero naval, por lo general pesan entre 800-1000 toneladas brutas, y están equipadas con jiggers automatizados y hasta 150 lámparas incandescentes que generan luz intensa que pueden ser detectadas por las imágenes satelitales nocturnas y también se muestran en la capa de luz nocturna del mapa de GFW.

Embarcación artesanal peruana capturando calamares gigantes con líneas de mano o poteras operadas manualmente. Crédito: Carlos Gutiérrez

La pesquería de calamar gigante es gestionada por la Organización Regional de Ordenación Pesquera del Pacífico Sur (OROP-PS), cuya área de la convención se extiende desde los 67 hasta los 120 grados de latitud oeste a lo largo de las costas de Ecuador, Perú y Chile. 

Durante el 2019, un total de 707 embarcaciones de calamar de aguas distantes con bandera de China, la República de Corea y la entidad pesquera de Taiwán – China con la mayor flota – fueron registradas y recibieron autorización para pescar calamar gigante en alta mar. De estas embarcaciones, un total de 544 pescaban activamente calamar gigante. Según el Informe de 2019 del Comité Científico de la OROP-PS, 516 tenían bandera de China, 17 de la República de Corea y 11 de la entidad pesquera de Taiwán.

El número de buques pesqueros activos con bandera China que operan en zonas reguladas por la OROP-PS ha aumentado aproximadamente en un 400 por ciento en nueve años; de 104 buques en 2010 a 264 en 2014, y 516 buques en 2019. Los 516 buques calamareros chinos capturaron un total de 305,700 toneladas en alta mar en 2019, en comparación con las 2.500 embarcaciones artesanales peruanas que capturaron en el mismo año 494,000 toneladas en aguas nacionales. El crecimiento significativo del esfuerzo pesquero por parte de la flota calamarera china es un tema que ya se viene discutiendo en las últimas reuniones de la OROP-PS.

Mapeo de la ruta anual de la flota calamarera 

El patrón anual de la flota calamarera asiática muestra una variedad de operaciones de pesca en los océanos del Pacífico Sur y Atlántico Sur. 

Aproximadamente desde enero hasta abril de 2020, parte de la flota calamarera operaba en una zona al este del límite de la ZEE de las Islas Galápagos – un caladero de pesca desde 2017 – mientras que la otra parte de la flota operaba en alta mar frente Argentina. En mayo, ambas flotas de calamar abandonaron sus respectivos caladeros. Los buques alrededor de la frontera de la ZEE de las Islas Galápagos comenzaron a transitar hasta el límite de la ZEE del Perú, mientras que aquellos cercanos a las aguas argentinas partieron del Océano Atlántico Sur y empezaron su recorrido de 4.000 millas náuticas, pasando a través de Estrecho de Magallanes hacia el Océano Pacífico Sur. Es allí, a lo largo de la ZEE peruana, que ambos grupos de barcos se reunieron para formar una flota gigante. 

De mayo a septiembre, aproximadamente 350 buques se trasladaron a aguas internacionales entre la ZEE de las Islas Galápagos y la ZEE ecuatoriana, hacia el área de alta mar situada al sur de las Galápagos, y luego a lo largo del límite sur de la ZEE peruana (entre las Islas Desventuradas y la ZEE de Chile). 

Pero rastrear los buques es solamente un componente de la transparencia. Monitorear la captura es otro.

Mientras que las embarcaciones artesanales peruanas tienen una duración media de viaje de 5-10 días y deben regresar a puerto para descargar el calamar, las embarcaciones de calamar asiáticos no necesitan transitar de regreso a sus puertos de origen gracias a una actividad llamada transbordo. El transbordo, o la transferencia de capturas de un buque pesquero a un buque de carga refrigerado, también conocido como reefer, permite a la flota calamarera asiática transportar sus capturas desde la alta mar peruana hasta los puertos chinos para su procesamiento – un recorrido de 11.000 millas náuticas – sin tener que dejar los caladeros. 

Ruta de la flota calamarera asiática entre el Océano Pacífico y el Océano Atlántico Sur. © Global Fishing Watch

Buscando puertos para monitorear la flota de alta mar

La flota calamarera asiática que opera en estas aguas utiliza los puertos peruanos de Chimbote y Callao, así como Montevideo en Uruguay, como sus principales puntos para el reabastecimiento, mantenimiento y cambio de tripulación. Las preocupaciones con respecto a la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR) se han relacionado con la flota de calamar industrial que opera en alta mar. Algunos de los riesgos potenciales incluyen el reporte inexacto de la captura y la posible pesca no autorizada dentro de la ZEE del Perú – un riesgo que ha sido evidenciado por Argentina a través de casos como el buque de bandera China LU YONG YUAN YU 668 a principios de este año. 

La supervisión robusta de la flota industrial también se ve obstaculizada por la falta de transparencia. Global Fishing Watch ha identificado una serie de casos que involucran buques no identificados que difundieron información AIS inconsistente, buques que desactivaron sus dispositivos de monitoreo cerca de los límites de la ZEE, y buques que manipularon sus datos AIS para transmitir ubicaciones falsas.

Gracias al Acuerdo de Medidas del Estado rector del puerto (AMERP), un tratado internacional destinado a evitar que las capturas INDNR se desembarquen en el puerto – Perú y Uruguay pueden investigar a los barcos extranjeros que visitan sus puertos por sospechas de actividad de pesca INDNR. Esto brinda la mejor oportunidad de garantizar que los buques cumplan con las regulaciones internacionales y también permite a las autoridades portuarias inspeccionar buques que no son transparentes o no emiten continuamente en AIS. 

Nuevas medidas de las autoridades peruanas 

Perú ha comenzado a implementar regulaciones en la pesquería de calamar, no sólo dentro de su flota artesanal, sino también entre la flota calamarera extranjera que opera en alta mar y utiliza sus puertos. 

En marzo de 2019, fue aprobada la resolución ministerial No. 069-2019-PRODUCE, un proceso de formalización que requiere la instalación de sistemas de monitoreo de buques (VMS) entre la flota artesanal calamarera, permitiendo a la flota aparecer por primera vez en el radar global. 

Un segundo reglamento, No. 016-2020-PRODUCE, publicado en agosto de 2020, exige que los buques extranjeros estén equipados con dispositivos VMS si desean utilizar puertos peruanos para labores de mantenimiento, reabastecimiento de combustible o cambio de tripulación. De acuerdo con este nuevo reglamento, que ayuda a fortalecer el monitoreo y control de la flota asiática de calamares que opera fuera de las aguas peruanas, buques como el YUAN SHENG 6, que recientemente utilizó servicios portuarios en Callao, deberán iniciar el proceso de adquisición de un sistema de seguimiento satelital compatible con el Ministerio de Producción de Perú, o PRODUCE, para ingresar nuevamente a los puertos peruanos. Ningún buque de calamar extranjero que decida utilizar los puertos de Perú escapará de la mirada de las autoridades peruanas.

Navegando hacia la transparencia 

Perú está tomando los pasos necesarios para incrementar la transparencia en sus aguas. A través de mecanismos como el AMERP, así como la instalación obligatoria de VMS en buques de bandera extranjera, Perú podrá monitorear y controlar mejor la flota de calamar, facilitando a las autoridades portuarias peruanas la detección de la pesca ilegal. 

Aunque los buques pueden intentar participar en comportamientos inescrupulosos y esconderse detrás de las debilidades de los sistemas de rastreo satelital, los datos y análisis de GFW pueden apoyar a los oficiales de la autoridad portuaria peruana a combatir la pesca INDNR dentro de sus aguas.

Eloy Aroni es analista pesquero de Global Fishing Watch.

Scroll al inicio