Panamá recibe la antorcha de una de las conferencias más importantes sobre los océanos

Milciades Concepción Lopez, Ministro de Ambiente, República de Panamá

Con el océano global bajo presiones sin precedentes por la sobrepesca, el cambio climático, la contaminación y la destrucción del hábitat, esta semana los líderes gubernamentales, empresariales y de la sociedad civil se reunieron en Koror, Palaos, en la Conferencia Our Ocean, uno de los principales foros mundiales para reunir apoyo internacional en los esfuerzos de conservación marina.

Muchos de los que asistimos tuvimos la oportunidad de ver algunas de las características naturales más notables de la nación insular del Pacífico (lagunas rebosantes de medusas, arrecifes de coral vírgenes y playas de arena blanca), y adquirimos una mayor conciencia sobre la vulnerabilidad de estas economías, altamente dependientes del océano, de cara al cambio climático y la degradación marina.

Pero, lo que es más importante, las discusiones se enfocaron en los pasos que muchas naciones ya han tomado para aumentar la resiliencia de los ecosistemas marinos frente al aumento de la temperatura del océano, como nuevas áreas marinas protegidas, medidas de gestión basadas en áreas y otros tipos protección para los arrecifes y ecosistemas costeros. Tales acciones están listas para ser ampliadas y aplicadas en otras regiones.

Como anfitrión de la próxima conferencia, Panamá ha elegido la «transparencia» como elemento medular dentro de la reunión y aprovecharemos la perspectiva única de nuestro país como sede del Canal de Panamá y poseedor del registro de embarcaciones más grande del mundo (cerca del 20 por ciento de todos los buques internacionales) para compartir nuestras experiencias.

Con alrededor de 14.000 barcos que transitan por el canal cada año, somos muy conscientes del papel vital que juega la transparencia para garantizar la sostenibilidad del transporte marítimo y las pesquerías nivel mundial.

De hecho, en 2019, Panamá se convirtió en el tercer país del mundo, y el primero de Centroamérica, en hacer públicos los datos de su sistema de monitoreo de embarcaciones, mostrando los movimientos de alrededor de 350 buques de carga y pesca. El programa ya ha demostrado ser una valiosa herramienta de control que le ha permitido robustecer el análisis de nuestro registro de buques, en especial los de pesca y de actividades relacionadas a la pesca. 

El uso de tecnología y datos innovadores es también muy prometedor en la lucha contra la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR) a medida que el mundo trabaja para ampliar las protecciones marinas al 30 por ciento de los océanos globales para el año 2030. 

Por ejemplo, Panamá amplió recientemente los límites del área marina protegida Cordillera de Coiba de 17.220 a 98.230 kilómetros cuadrados, una vasta extensión de océano que sería imposible de salvaguardar sin el uso de tales tecnologías. Alentamos a los participantes en la conferencia 2023 a acoger nuevos compromisos que respalden acciones de transparencia y el uso innovador de tecnología y datos para combatir la pesca ilegal, la sobrepesca y la degradación marina.

Según un análisis reciente, las seis primeras conferencias dieron como resultado más de 1.400 compromisos valorados e más de $91.400 millones y casi 13 millones de kilómetros cuadrados de océano protegido.

Ahora, a medida que la conferencia avanza a través del océano Pacífico hacia la puerta de entrada del comercio mundial y el puente entre América Central y América del Sur, debemos recordar que, al igual que el cambio climático, la crisis del océano es demasiado grande para que cualquier nación la aborde por sí sola. Este evento internacional es una de las mejores oportunidades que tenemos para aprovechar nuestras fortalezas y experiencias colectivas y lograr un progreso real como naciones cuyos destinos están unidos por un entorno oceánico que nos sustenta a todos.

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